El tiempo en Lobras

martes, 25 de mayo de 2010

La piedra


Imagen de www.encuentos.com

Me senté e intenté contar una historia, intenté inventar algo que hiciese volar la imaginación de los que me escuchaban, pero no surgió nada; busqué en el almacén de mis recuerdos, y había uno muy claro, pero secreto. De pronto me sorprendí escuchándolo, por fin lo estaba contando.
Era invierno, hacia frío, estaba en el bosque buscando leña, porque yo entonces era de las afortunadas, que recorrían el bosque recogiendo las sobras que los árboles arrojan mecidos por el viento.
No me sentía ni peor ni mejor que el día anterior, lo que sí estaba es despistada como siempre, sumergida en no sé dónde. Levanté una corteza con una forma peculiar, recuerdo que aún estaba húmeda de la noche y debajo había algo, que, en un primer momento, incluso me asustó y me hizo retroceder un par de pasos.
Por la forma y el tamaño parecía un ratón, pero…. no lo era, no podía serlo. La cabeza era humana y cuando salió de su letargo, bajo su capa de pelo, vi que su cuerpo también lo era. Era una Ninfa, por fin una Ninfa; había deseado tantas veces encontrar una, lo había deseado tanto, que no sabía si mi imaginación me estaba gastando una mala jugada, pero cuando empezó hablar, comprendí que era irrealmente real.
-¡Eh tú! ¿Qué haces? ¿No ves que me has molestado?
-Lo siento, solo quería….
- ¿No sabes que no se debe perturbar el mundo de los sueños.?
-Si lo sé, y lo siento.
-¿Lo sabes? Qué raro, a tu edad y todavía lo sabes. Eres extraña.
-Sí. También lo sé.
-Bueno, no importa, muchos de nosotros somos extraños.
Sonreí, era una ninfa de verdad, como las del libro, de hadas, y ninfas, que me habían regalado. Una preciosa ninfa,
-Ahora tendré que trabajar, tendré que ofrecerte mis servicios.
-¡Qué maravilla! ¿Vas a concederme un deseo?
-¿Yoooo? ¡Jamás! No soy una Ninfa que da, soy una Ninfa que quita.
-No lo entiendo
-Sencillo, muy sencillo. Puedo hacer desaparecer todo lo que sea molesto en tu vida, todo lo que te cause dolor, todo lo que no quieras o necesites, y arrojarlo a mi hoguera para que se funda con el fuego que todo lo purifica.
-No sé, creo que no hay nada.
-No puede ser. Siempre hay algo. Piensa. ¿A qué temes? ¿Quizá temes quedarte vacía?
-Tonterías, no hay nada. Llevo una vida ordenada, tengo lo que necesito, ¿que podría molestarme.?
-Te daré un ejemplo muy sencillo: tu ropa, te liberaré de tu ropa.
Y antes de darme cuenta me sentí desnuda, sentí el aire frío de la mañana, directamente en mis nalgas.
-¡Ehh! Tengo frío.
-Frío, tonterías. Baila, baila, hazme caso y baila.
Empecé a bailar, primero despacio, de manera torpe, pero no había pasado ni un minuto cuando ya sentía que no era yo quien dominaba mi cuerpo. Me hice consciente de la situación y empecé a disfrutar con ello, todo en mí se movía, mi alma daba saltos dentro de mi pecho, ya no sentía frío, ni nada que pinchase mis pies, acostumbrados siempre a zapatos. Era libre, por fin era libre, y entonces, solo entonces, empecé a comprender, empecé a ver qué era lo oscuro de mi vida.
Me detuve en seco y noté que un escalofrió recorría mi espalda. Por fin hablé:
-Es mi marido, ya no me quiere, olvidó los besos, olvidó nuestros sueños, olvidó las promesas.
-Sueños, besos, jamás se olvidan, promesas, solo palabras, no se olvidan, se desvanecen.
-Se desvanecen, un manto oscuro lo cubre todo. ¿Qué voy hacer?
-Nada, tú no hagas nada, ya has hecho bastante, has encontrado la piedra que golpea tu corazón y eso no es nada fácil.
-Y ¿Por qué no la había visto antes? ¿Por qué no había notado nada? ¿Por qué….
-Sencillamente porque estabas vestida, vestida de la forma que te convenía, de la forma que mejor escondía dónde se ocultaba tu dolor, todos lo hacemos, es la forma de no vernos, de evitar mirar. Solo cuando nos desprendemos de todo lo superfluo podemos buscar, y una vez que encontramos, reconocemos y aceptamos, podemos empezar a ir ablandando la piedra, para que se vaya convirtiendo en arena y se disuelva poco a poco en el tiempo.
-Qué voy a hacer ahora, siento dolor y frío, tengo mucho frío.
-Toma, ponte de nuevo tu ropa.
-Ya estoy vestida, pero sigo teniendo frío, y este dolor, este dolor.
-Pronto entrarás en calor.
-¿Y el dolor? ¿Desaparecerá también? Ahora ya estoy vestida, como antes, no lo entiendo ¿Por qué lo siento?
-El dolor no, ya lo has visto, y no sabemos cuándo empezó ni cuán profundo puede ser.
-Tú no eres una Ninfa que quita, creo que eres una bruja de toma y daca.
-Cuidado con tus palabras, no es conmigo con quien tienes que estar enfadada, no transformes tu dolor en rabia, ese no es el camino, yo he quitado algo, he quitado lo que te impedía ver y sentir, una parte del trabajo está hecha, ahora falta….
-Pero ¿Por qué? Yo me sentía bien, me sentía igual que ayer, creo que estaba feliz.
-¿Feliz dices? ¿Es que acaso no te enfadas a veces sin motivos? ¿Es que tu voz no suena con tono triste cuando cantas? ¿Es que no te duele la cabeza por las tardes?
-¿Y tú cómo lo sabes? ¿Quién eres?
-Siempre ocurre, nos ocurre a todos, bueno os ocurre a todos, y aun así no miráis, no os quitáis la ropa y bailáis. Cada vez que os pasa, en vez de esto, os ponéis una chaqueta más, o un sombrero, o lo primero que tenéis a mano.
-¿Qué voy hacer ahora? ¿Cómo voy a seguir viviendo, ahora que el pensamiento se ha transformado en palabra? Este dolor me oprime el pecho, creo que no respiro bien, me falta el aire, noto pinchazos, siento….
-Para.,para., que me vas a poner enferma, que me estoy mareando, voy a encender mi hoguera y tu vas a ayudarme, cuando veas que de mi pirita salta la chispa, coge aire y sopla,
chast, sopla, chast, sopla, coge aire, sopla, sopla, sigue, sigue, coge aire, sopla,
ves, ya respiras, y el fuego prende.
¿Todavía sientes opresión en el pecho?
-Pues…no, ha desaparecido, y ……..tampoco noto el pinchazo.
-Se ha transformado, ahora prende con el fuego ¿Lo entiendes?
-No, creo que no.
-¿Y el dolor?
-El dolor lo siento, lo siento profundo.
-No pienses en él, siéntelo, mira el fuego, que se refleje en tus ojos, siéntelo.
-Sinf, sinf, creo que voy a llorar, sinf, sinf, estoy llorando, lo veo borroso, está todo borroso.
-Llora, llora, eso es lo único que puede liberarnos del dolor, suelta tus lagrimas,
-Pero ¿qué haré ahora?, ¿Cómo podré seguir viviendo?
-No te preocupes por eso, tu corazón seguirá latiendo, el marcará el ritmo, ahora no tiene porque detenerse, le estás quitando peso, tu piedra se irá deshaciendo.
Seguí mirando el fuego, fue recuperando su nitidez y perdiendo poco a poco su fuerza, hasta que se apagó. Me di cuenta de que estaba sola, y busqué el camino a casa, ya no me sentía igual que el día anterior, pero tampoco estaba despistada.
Al llegar vi que la mesa estaba puesta, nada había cambiado, todo seguía pareciéndome cómodo y maravilloso, era mi hogar, y en una butaca leyendo estaba mi marido, mi amor, el que ya no me amaba.
-Has tardado, ya he puesto la mesa ¿Tienes hambre? ¿Comemos?
-Si tengo hambre, comemos.
Nos sentamos a la mesa, yo lo miraba, sentía mi dolor, por favor, que no aparezcan las lágrimas, que no me falte el aire, respira, respira, sopla el fuego , coge aire, sopla, coge aire, respira…
-¿Pero qué haces? ¿A qué juegas?
-A nada, solo respiro, respiro para no ahogarme
-A veces, eres un poco rara.
-Sí, y supongo que sí sigo aquí, en nuestro hogar, mis rarezas aumentarán y quizá también me cambie el carácter, y me enfade con frecuencia, por eso creo que me voy.
-¿Cómo? ¿Qué te vas? ¿A qué viene eso?
-Me voy, hoy encontré mi piedra, es todavía pesada, pero lloré con ella y se ha vuelto más blanda, tú ya no me quieres, ya no me amas, tengo que irme, para poder enterrarla, donde nuestras lagrimas no quieran ser interpretadas, donde pueda bailar desnuda y saber lo que me pasa.
Me voy, así, sin más, sin llevarme nada, sólo mis sueños y el recuerdo de nuestros besos, tus promesas te las devuelvo, donde voy no sirven para nada, y algo más me llevo, me llevo mi libro de Ninfas y Hadas.
Cogí mi libro, una chaqueta y un sombrero, por si todavía no estaba del todo preparada a seguir mi camino, sin ocultarme nada. Pero curiosamente, esta vez la ropa no me impedía ver el fondo de mi alma.
De esto hace muchos, muchos años, tantos que casi no lo recordaba, el dolor se fue y ya no aparto la mirada.
Ahora recojo piedras., de formas raras., que están siempre fuera, donde mis ojos las ven y mis dedos las abrazan, y sigo conservando mi libro, el gran libro de las Hadas.

Autora: Pilar Cebriàn Marco

lunes, 24 de mayo de 2010

fotos de Pilar y Emilio



Foto del pueblo de Lobras desde el Mirador y clavelicos de seda en Cuesta Molino

domingo, 16 de mayo de 2010

Patron de Timar

Entrada del señor de la Ascensión a la iglesia, en las fiestas patronales del 15 de mayo en Timar.

jueves, 13 de mayo de 2010

jovenes



Estos son 2 jovenes que vienen a menudo en el centro, los conoceis?

martes, 11 de mayo de 2010

encuentros provinciales


Este es un video realizado durante el taller que dimos en los encuentros provinciales de Granada, sólo del grup B.

jueves, 6 de mayo de 2010

Lobras enCanal Sur


Podeis ver el programa de Canal Sur, 75 minutos donde entre otros pequeños pueblos, aparece Lobras y algunos de sus habitantes, pinchar en el enlace y a escuchar y ver......
http://www.radiotelevisionandalucia.es/tvcarta/impe/buscador